El masaje infantil es una práctica que pertenece a una antigua tradición de muchas culturas, la cual se ha trasmitido de madres a hijas y que ahora se está difundiendo en Occidente.
La evidencia clínica y la investigación reciente han confirmado el efecto positivo del masaje sobre el desarrollo y maduración del bebé en diferentes niveles. Con el masaje podemos acompañar, proteger y estimular el crecimiento y la salud de nuestro bebé.
• es un medio privilegiado de comunicación y comunicación con su hijo;
• promueve el vínculo de apego y fortalece la relación padre-hijo;
• promueve un estado de bienestar del niño;
• facilita el conocimiento de las diferentes partes del cuerpo que ayuda en el desarrollo de la autoimagen;
• ayuda al niño a descargar y aliviar el estrés causado por nuevas situaciones, estrés y enfermedades menores.
• estimula, fortalece y regula los sistemas: circulatorio, respiratorio, muscular, inmunológico y gastrointestinal, previene y alivia los cólicos;
• puede ser un buen apoyo en los trastornos del ritmo sueño-vigilia;
• es una experiencia de profundo contacto emocional entre el padre y el niño y de esta manera fomenta la relajación de ambos;
• nutre y apoya en el arte de ser padres.
El curso se realiza con pequeños grupos de padres e hijos, consta de 5 encuentros de aproximadamente una hora.
Durante los encuentros los padres:
El masaje se convierte en un medio privilegiado de comunicación y comunicación con su hijo, promoviendo el apego, mejorando la relación entre padres e hijos y el bienestar del niño.